lunes, 23 de abril de 2007

Una vida a 4 pedales

Con el permiso de Santino (y sin el), voy a reflejaros la vida en el maravilloso mundo de la conducción que últimamente nos rodea más.
Todos conocemos los pedales clásicos de un coche: El acelerador, el embrague y el freno. El acelerador lo usamos a menudo, nos gusta ir más y más rápido, es más emocionante. Cuando llegamos a una velocidad, tenemos que hacer uso de la palanca de marchas, ya que si nos pasamos con la rapidez forzamos el motor, y no es bueno. Efectivamente, hay que saber hacer un buen uso de esto, ya que también existen los límites de velocidad y nos pueden quitar puntos del carnet hasta dejarnos sin poder conducir. No paséis a cuarta si la carretera es para ir en primera.
Hay que ser prudentes en carretera, los accidentes se provocan aunque nosotros no queramos. El freno no es un remedio para esquivar estos accidentes, aunque algunos así lo crean. Hay que tener habilidad al volante, ya que así aun aumentando la velocidad puedes llevar bien las curvas y demás problemas del pavimento. Y el último pedal añadido, es el que más necesitamos todos: La pausa. Si, el primer pedal femenino, que nos ayuda a parar el tiempo y a reflexionar sobre si nuestra conducción es la adecuada o no. Muchos deberían hacer uso de este pedal, ya que no se dan cuenta de los riesgos y consecuencias que les pueden evitar parar el tiempo y pensar.

Tras esta reflexión, Juro y prometo actualizar más a menudo el indie-blog. Onete no quiere olvidar a los pocos seguidores del mismo, y se va a esforzar para que al menos cada 3 días a lo máximo haya algo nuevo, y a ser posible, diariamente. Se despide Onete desde su nave interestelar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No hablas de mi coche... El FénixMóvil...

Maldito...

Onete dijo...

No has pillado mi entrada. Hablo de la vida, no de los coches :P.
El Fenix-Movil es un recurso que Onete ha agradecido millones de veces por haberle llevado hasta su nave sin combustible.

Anónimo dijo...

Yo tengo el coche automatico jaja, y tu reflexion ya se por donde va primo, a veces la gente no se da cuenta de que corre demasiado